jueves, 6 de abril de 2017

Bones

Hoy os voy a hablar de Bones. Durante años, 12 exactamente, me he negado a ver esta serie, a pesar de que se adapta a mis gustos. Como muchos sabréis, trata sobre un agente del FBI y una antropóloga forense que colaboran en diferentes investigaciones de asesinato. Como la mayoria de estas series, los protagonistas terminan enamorándose, casándose  y formando una familia.
Está protagonizada por David Boreanaz, al que ya conocíamos por Buffy y por su spin-off Ángel.
Pues como os decía, esta serie no había llamado mi atención, sobre todo por lo que oía de ella: una cerebrito, que se creía más lista que nadie, que ayudaba a un agente del FBI muy bonachón y, como no, con un trauma por haber estado en zona de conflicto y además como francotirador. Sin embargo a finales de febrero, me volvía a encontrar con los parones típicos de las series en estas fechas o debidos a la Súper Bowl, así que decidí darle una oportunidad y ver algún capítulo de la primera temporada. No pensaba que iba a durar y sobre todo sabiendo que tenía 12 temporadas por delante con sus 22 capítulos cada una (excepto la temporada 6, debido al embarazo de la protagonista, que tiene 13), pero para mi sorpresa, me encontré con una serie muy bien hecha. Me enganchó de tal forma que hasta ayer que ví el último capítulo no he visto ninguna otra. 
Más allá de los asesinatos (que realmente, salvo alguna excepción, es bastante obvio quién es el culpable), tiene las vidas de los personajes en evolución constantemente, tanto de los principales (Booth y Brennan) como de los secundarios (el resto del laboratorio). 

Es de agradecer que hasta los personajes secundarios tengan sus momentos característicos y roles bien definidos, ya que muchas veces al centrarse solo en los protagonistas, las series acaban aburriendo. Otro punto muy positivo de esta serie, es que no es de esas en las que siempre todo sale bien, y parece que todos tienen un ángel de la guarda que les salva siempre. Aquí hay muertes de personajes, algunas de ellas, de personajes que han sido muy relevantes durante muchas temporadas.
Esto hace que siempre se haya sentido una tensión que te mantiene pegado a la historia, aunque también hay episodios en los que todo está tranquilo (en el sentido de la historia general) y solo tienen que resolver un asesinato, y en estos episodios suelen ocurrir cosas divertidas entre los personajes. 
Tiene momentos tristes, felices, cómicos, tensos, románticos...No le falta de nada. Brennan y Booth son la viva escenificación (tal vez hasta de forma exagerada) de que los polos opuestos se atraen. Además, al contrario que en otras series que he visto, como en Castle, la unión de los protagonistas hace que se muestre su relación de pareja, con sus momentos románticos, sus peleas, sus decisiones domésticas y también sus besos, tanto en público como en privado. Estos momentos me han parecido muy importantes y bonitos, porque en otras series, después de que se llega al momento de juntar a los protagonistas, se pasa a una dejadez sin sentido.

A lo largo de sus 12 temporadas, ha tenido episodios muy impactantes y llenos de tensión, y eso que yo ya sabía que la serie seguía, pero eso no quitaba que sufrieras con ellos. También han tenido varias tramas principales que seguían durante una o varias temporadas, historias interesantes y con resoluciones inesperadas. 

El último capítulo, después de mucha tensión, para terminar en todo lo alto, nos deja un homenaje a varios de los personajes importantes de la serie, un detalle muy bonito en una serie tan larga y con mucho seguidor incondicional.

Sin duda debo decir que es una de las mejores series que he visto en los últimos años, y me alegro de haber sucumbido a sus encantos y haber podido disfrutar de la gran familia del Jeffersonian.

Si no la habéis visto, desde luego os recomiendo que lo hagáis, porque creo que no os va a defraudar.