Hoy os voy a hablar de una de las últimas películas que he visto: El secreto de Adaline. A simple vista podría parecer un drama para las tardes de fin de semana que una conocida cadena de televisión programa. Sin embargo, como siempre, yo intento profundizar algo más en el argumento y no quedarme sólo con la superficie. La película nos narra la historia de Adaline que en el año 2014 tiene 107 años, pero que aparenta 29 desde que tenía esa misma edad, debido a un accidente que le causó el no envejecer. La única que conoce ese secreto es su hija, que ya pasa de los 80 años. Su vida transcurre entre el miedo y la huida constante, no se establece en ningún lugar por más de 10 años y va cambiando de identidad para que nadie la recuerde. Y esto es lo que, en mi opinión nos muestra la película, la huida constante y el miedo al compromiso sea de amistad o de amor, ya que sabe que su destino es estar siempre en los 29 años. Hasta que de repente conoce a alguien que le hace querer cambiar ese destino, aunque evidentemente con su dosis de drama porque sino, sería todo muy fácil y muy bucólico.
Realmente no es una película para ir al cine a verla. En los últimos años, yo me he vuelto muy selectiva a la hora de ir al cine y sólo voy a ver películas donde los efectos especiales y el sonido hacen que sea casi indispensable ir a una sala a disfrutar de todo su potencial y esta cinta, no lo es. Esta película es el plan perfecto para un domingo de otoño, con lluvia y frío, cuando no quieres salir de casa y te quedas acurrucado en el sofá viendo algo que sin ser nada relevante te entretiene un par de horas y que incluso te hace que caiga alguna lagrimilla.
Por último nombrar a uno de sus secundarios: Harrison Ford. La verdad es que no hace un gran papel, pero no está de más verlo en un registro alejado de las películas de más o menos acción a las que nos tiene acostumbrados.
¿Habéis visto la película? Contadme.
MaGaPe
