Se basa en un cómic de DC. Como otras muchas veces, no he leído el cómic, así que mi opinión se limita a comentar la serie como tal.
La protagonista es una residente del Hospital General de Seattle, que una noche en una fiesta acaba convertida en zombie, pero no el tipo de zombie al que estamos acostumbrados por Resident Evil o The Walking Dead. Ella sigue teniendo sentimientos y aunque su aspecto palidece, anda como una persona normal y no se le ven ni los huesos ni las vísceras. Sin embargo su vida da un giro de 180º: cambia su trabajo de residente, por uno de ayudante del forense en la morgue y anula su compromiso con su novio. Además tiene que aguantar a su madre y a su compañera de piso, como opinan sobre todos los aspectos de su "nueva vida", pero sin saber qué le pasa realmente.
Un día, su jefe en la morgue la descubre comiendo cerebros con noddles y le confiesa que lo sospechaba desde hace tiempo, pero de una forma normal, lo cual ya es bastante llamativo en el guión, que la persona que se convierte en cómplice de su secreto, se lo tome como algo normal, como si fuera algo que se encuentra todos los días, un zombie como compañero de trabajo.
Su transformación como zombie, no le ha hecho perder su humanidad del todo, es más, ella se niega a perderla. Sólo come cerebros de los cadáveres de la morgue y además sigue teniendo sentimientos por su ex-novio. Además, al comer los cerebros, adquiere características de los muertos y tiene visiones de sus vidas, con lo que ayudada por su jefe, alega que es médium, y así ayuda a un detective del departamento de policía a resolver crímenes.
Así en el episodio piloto vemos como ayuda a resolver un asesinato de una desconocida y como a la vez adquiere la cleptomanía de la víctima.
La serie nos muestra un concepto nuevo en varios temas: los zombies, la resolución de crímenes y los cambios drásticos de vida. Podría decirse que es una mezcla de Medium, El Mentalista, y series como Castle, Forever o Bones. Tiene puntos de humor sin llegar a ser una comedia. El guión es ágil y los 40 minutos de capítulo no se hacen nada pesados. Además está ambientada en Seattle y eso nos traslada a otras historias que también han tenido mucho éxito.
Resumiendo: una serie con el tema de un "no policía" ayudando a resolver crímenes, pero con un guión diferente al que hay que darle una oportunidad. La única pega es que aún está sólo en inglés y habrá que esperar al verano o a la próxima temporada para saber si se emite en España.
Ah, pues tiene buena pinta.
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